El imperativo para el CEO es transicionar la IA desde una herramienta de efficiency management hacia un habilitador de revenue generation. El shift estratégico no es menor: implica pasar de la optimización de procesos (OPEX) a la expansión de product-market fit (CAPEX).
La arquitectura de la IA debe ser federada, integrando insights de la operación (reducción de churn, mejora de SLAs) para alimentar el pipeline de diseño de servicios predictivos. Esto permite a la organización salir del modelo reactivo/transaccional y migrar a uno proactivo/consultivo. Los datasets generados por la automatización deben servir como la materia prima para la identificación de brechas de valor asimétricas que justifican un pricing premium.
El Output Clave: La IA es el motor de diferenciación. El asset más valioso es el framework que permite a los equipos de I+D y Ventas CONECTAR la capacidad algorítmica con la CREACIÓN DE SERVICIOS con un Gross Margin superior al promedio del portafolio.
